Comenzando a escribir mi historia,

mi propia historia, caminando por un rumbo no fijo,

allí me encuentro, intentando abrir los ojos

y ver la realidad, dejando lo malo atrás para volver a soñar,

llendo con los oídos bien abiertos

para lograr aprender y hacer oídos sordos a las

críticas que me impiden continuar; allí me encuentro

un poco confundida y asustada por lo que vendrá,

no estoy preparada para esto, planeo estarlo,

imaginando un futuro de cuentos, que se que de alguna

manera lo tendré, con algunos detalles en el camino,

pero superando todo.

No intento ser un ejemplo de algo perfecto,

lo único que está en mi mente es ser alguien normal

con sus preocupaciones de ante mano, pero no

con un mundo descolorido. Es corta la vida que

vengo escribiendo año tras año pero algo que aprendi

es que hay mas buenas que malas, aunque en ciertas

ocasiones esto se hace complicado, es en ese momento

cuando creemos estar perdidos, es en ese momento cuando gritamos,

cuando la rabia nos gana la jugada y cuando no encontramos salida,

pero si es que todos tenemos un propio destino...

¿Por qué no nos preocupamos en valorar esos momentos?

Cada unos de ellos, esos que son especiales, y que aveces perdemos

por cosas sin sentido y al finalizar el dia nos damos cuenta

los tontos que fuimos, a eso quiero llegar, eso es lo que

yo quiero, es lo que debo aprender.

La vida aveces se pone tan dura que nos golpea demaciado fuerte,

a cada uno de manera distinta pero lastima de la misma forma,

nos hace débiles las cuestiones de la vida, tal es asi,

que es cierto punto debilitamos a otros, cada uno tiene

su manera de vivir, cada uno vive como quiere, algunos

bien otros como pueden, a mi me gustaria poder inventar

mi historia de fantasias, donde las lágrimas y el dolor,

sean cosas díficiles de creer, pero es una locura díficil

hacer realidad, por los obstáculos que ponen la vida,

en fín esto nos hacen crecer y caminar.