mi 2013

Mi balance de año es  BUENO. Desde que empezó el año en compañía de mi familia y del hombre que me acompaña fue hermoso, tuve caídas y tuve muchas victorias, lloré y también me reí hasta llorar, sentí esa hermosa sensación de reírme tanto que me dolió la panza, ver a mis amigos y continuar riendo. Conocí muchísimas personas, todas me dejaron algo, todas me enseñaron algo, dí mis primeros pasos en esa universidad que me va a dar el título de la profesión que deseo desde los 6 años. Supe lo que es el sacrificio de verdad, estudiar más de 10 horas por día para llegar a tener una buena nota, comencé a notar lo compañeros que son mis amigos, bancarme, soportar mis momentos de los cuales me perdía debajo de libros y huesos, siempre me respondieron con una sonrisa. Trabajé, tiré plata en boludeces, compré regalos, dejé el trabajo, me convertí en linyera. Disfrute mucho este 2013, fui feliz, me supere muchas veces. Aprendí lo hermoso que es rendir, salir y ver a todos tus compañeros esperándote hasta la hora que sea para abrazarte sea cual sea la nota, valoré cada momento vivido, cada toque de hombro, cada abrazo, cada paseo, cada risa, cada mensaje de aliento, cada reto, cada merienda, cada almuerzo, cada noche. Tuve muchos miedos, muchos nervios, mucha presión que a medida que pasaba el tiempo se hace menor. Elegí a quienes quiero en mi vida y a quienes es mejor dejar en el pasado. El pasado volvió un par de veces, pero siempre preferí seguir en el presente y mirar al futuro. Viví cosas muy raras. Imaginé cosas que no pasaron pero que al final me dieron cosas buenas.  Planee cosas que cumplí y otras me tomaron por sorpresa. No compré un perro, no convencí a mis viejos para tener un hamster, pero salvé a muchos perros de la calle. Me reencontré con muchas personas y fui feliz, no me despedí de nadie. No arranque el gimnasio. Engorde, adelgace, engorde y adelgace. Me teñí el pelo 3 veces. Sigo con el mismo chico hace ya casi 3 años, me hace feliz como el primer día.