martes, 5 de abril de 2011



Desde que tengo uso de razón siempre he sido consciente de que no existe un arma más potente en el mundo que el amor. Sí señores, el amor. El amor, l´amor, l´amour, love…Esa extraña palabra que con sus cuatro insignificantes letras contiene el todo y la nada.

Claro que hasta ahora no he dicho nada nuevo que no haya descubierto nadie. Porque, queramos o no,
el amor es un sentimiento que nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos. Eso sí, el amor como cualquier hijo de vecino no siempre viste con las mismas ropas. ¡Tendrá que cambiar de aspecto!- digo yo. Imagínense sino el tufillo que tendría desde que el mundo es mundo, hasta nuestros días. Impensable, ¿verdad?. Pues eso, que por muchos corazoncitos que le dibujen, el amor como todos nosotros de vez en cuando es doloroso.

El caso es que, y perdónenme por la expresión, el amor muchas veces es IMPREDECIBLE. Siempre aparece en el momento menos indicado, cuando menos se le espera. Piensen en sus vidas, en todas las veces que sin quererlo o no, se han enamorado. No creo que nadie tenga apuntado en sus agendas “el viernes 31 de Enero a las 11 me enamoro, no mejor a las 12 que así aprovecho y festejo año nuevo ”. Vamos que si invitáramos al amor a cenar a nuestras casas, éste aparecía cuando ya hartos de esperarle estuviéramos en la cama yendo por el tercer o cuarto sueño.

Pero no podemos intentar hacerle razonar, porque nos enfrentamos ante un sentimiento total y absolutamente, carente de razón. Sí, en otras palabras tonto, bobo, necio, ilógico, estúpido…pero, ¡ey! ¡Tampoco se trata de faltarle el respeto! Así que diré que es….
Especial. Sí, especial (eso pienso yo) . ¿O no que suena bien esa palabra? Parece que hasta le hace ser más importante, y eso es bueno, porque entre ustedes y yo, el amor es un sentimiento de lo más sensible. A veces le da por llorar, otras necesita un abrazo, y no hay nada en el mundo que le guste más que le digan cosas bonitas.

Aún así, no vayan a creerse que por ello, el amor sea algo de lo más blandengue. ¡Ríanse ustedes de Stallone! Es más, puedo asegurarles que si el amor echara un pulso a Rambo, éste último acabaría rindiéndose y diciendo aquello de “no siento las piernas”.

Vamos que, al amor hay que tratarlo con cariño, o por lo menos no maltratarlo, porque éste tiene una memoria prodigiosa. ¡Se acuerda de todo! ¡Todo!

Eso me hace preguntarme, ¿quién sería la mente prodigiosa que inventó el amor? Ikea no, desde luego, porque que yo sepa, el amor aunque no se entienda no viene con accesorios de nombre extraterrestre como Newton. Fuera quien fuese, tampoco ha de ser una persona con muchas luces, porque tengo entendido que
el amor ni se compra ni se vende, claro que de vez en cuando siempre hay algún osado que intenta ponerle una tarifa, aunque eso ya es otra historia.

Tantas y tantas preguntas que hacer sobre el amor… ¿alguna de ellas tendrá una buena contestación? Yo, la verdad, no sé qué decir amigos, lo único que tengo claro es que el amor es ese extraño amigo silencioso que no deja de acompañarnos, del cual por mucho que pasen los años no sabes absolutamente nada. Vamos, un completo sin sentido, pero….
¿qué sería de nosotros sin amor?

En mi opinón yo no sería nadie, ya que vivo enamorada del amor, soy una loca enamora de la vida.

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