sábado, 5 de noviembre de 2011


M
e diste el demonio para amarte

No se si estuvo bien, no se si hice mal, solo lo hice porque lo sentí, después de un año volví a escuchar la voz de tu abuela, esa abuela que era nuestras, es abuela tierna buena y confiable. Por un momento creí que estábamos a un año y medio atrás y sentí que seguía siendo tu novia pero no, el destino nos separó, para bien o para mal, a nadie le importa solo sabemos que lo hizo.

A veces pasó los días y un segundo en el día puedo llegar a extrañarte, pero no es extrañar a ese hombre como novio si no extrañar a ese hombre como amigo, un mejor amigo que fue alguna vez conmigo.

Una frase con esperanzas salió de la boca de tu abuela: “Ojalá, nadie sabe lo que pueda pasar pero ojalá cuando sean más grandes, quién sabe, vuelvan a estar juntos…” Sin poderle decir que todo ya estaba perdido tu abuela cortó. Sólo se que te extraño, extraño al confidente, no al compañero de ruta, porque a ese compañero ya lo tengo al lado mío.

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