Cada día que venía era eterno para ella, sólo faltaban dos días y llegaba Luca, ella no sabía que hacer, que inventar para que el tiempo corra. Definitivamente ella no tenía el poder del tiempo, entonces solo le quedaba esperar, por el momento sólo se conformaba por algunos "te amo" escritos a través de un celular o besos mandados que nunca se llegaban a sentir tibios.
Dos días después, llegó el día, ella se despertó esa mañana porque debía ir al colegio, pero lo hizo con una sonrisa en su rostro, creo que le contó a todo el mundo que por fin su amor llegaba o eso fue lo que me contaron. Las horas ahora eran infinitas para ella, sabía que Luca llegaría una hora antes del momento en el que ella finalice su día escolar. Durante el segundo intervalo, ella sabía que los micros había llegado, el colegio estaba movilizado, todos quería ver a los egresados que había terminado esa experiencia única, ella esta desesperada por ver a Luca, tan desesperada que salió del colegio, Luca no sabía de la locura que su enamorada iba hacer. Ella subió, agarró sus cosas y salió, entre tanta gente no encontraba a Luca, veía los micros irse, pero no lograba percibir a nadie que le acelere el corazón, Luca ya se había ido... Ella había tardado mucho en guardar las cosas y decidir irse del colegio una hora antes. Entonces, decidió mandarle un mensaje, "¿En dónde estás amor? Salí para verte me escapé!" y su sonrisa de ilusión se borró cuando leyó la respuesta "Amor no sabía que ibas a salir, ya estoy volviendo en el auto a casa". Ella no podía creer tal mala suerte, pero ¿Qué iba hacer? No podía volver al colegio, todas las autoridades creían que estaba enferma.
Volvió a su casa, pero más tranquila sabiendo que Luca había regresado, y que pronto se volverían a ver.
Al otro día no puedo verlo, ni siquiera al siguiente, recién al tercer día las cosas se dieron para volverse a ver... Esa tarde ella se produjo como si fuera la primer cita, estaba nerviosa, le dolía la panza, quería solamente verlo, sonreís, besarlo y perderse en sus brazos. Así fue, en el preciso momento que sus ojos vieron a Luca ella sonrió, y corrió tras el, como toda película de amor, se chocaron e impregnaron la escena con un beso de reencuentro, el le dijo que estaba hermosa, y ella no podía decir ni una palabra, sólo lo miraba y con cada caricia le demostraba lo mucho que lo extrañó. Esa tarde fue muy especial, la felicidad rondaba alrededor de ellos, ella estaba contenta, y en su rostro se notaba lo enamorada que estaba, creo yo, que nunca se había enamorado de esa manera en su vida.
Pero lo más importante no era sólo hablar sobre el viaje, ambos sabían que algo muy especial para ellos iba a pasar en breves. Y así ocurrió, ella sacó de su bolso un estuche, Luca sabía perfectamente cual era el contenido, sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, de felicidad, el tomó los anillos, abrió la caja, y agarró el que le correspondía a ella, y en palabras expresó todo lo que sentía por ella, entre esa dedicatoria se escuchó un "Quiero que seas la mujer de mi vida, te quiero para mí, siempre, te amo" ella no podía creer lo que le estaba pasando, y supo que esperar, siempre vale la pena. Mirarlo a Luca, el chico por el que dejó muchas cosas de lado, el chico que le cambió la vida, quien le enseñó amar, estaba arrodillado frente a ella, comprometiéndose con nada más ni nada menos que con ella, sin dudas, era un sueño. No tenía palabras, todo le quedaba chico después de haber escuchado las palabras de Luca, sólo le salía 'te amo' de su boca, y una frase que, creo yo, que todavía la recuerda "Estos anillos nos unen más, somos compañeros de vida". Luego de ese momento, miraban sus manos y cada uno tenía al otro, sabía que cada vez que miren su mano iban a recordar al otro, estaban tan enamorados, que nada podía opacar eso.
Eran tan felices, cada uno llegó a su casa con una sonrisa, se amaban como el pasto al agua, y ellos eran conscientes de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario