Y esta vez… la oveja se enamoró del león.
El decía no, ella decía sí, el le repetía, "ya no te amo", y ella continuaba insistiendo... Las lágrimas se convertían en gritos de auxilio, mientras que en el sólo era como ver llorar a un extraño. Ella entregó su corazón, el no puedo cuidarlo, a ella no le importó, se enamoró... Y hasta ahora continúa pensando en qué se equivocó, mientras tanto el cada noche la recuerda como la verdadera mujer... ella no lo sabe, el la amó y lo continúa haciendo, pero por cuidarla, nunca se lo confesó.
El decía no, ella decía sí, el le repetía, "ya no te amo", y ella continuaba insistiendo... Las lágrimas se convertían en gritos de auxilio, mientras que en el sólo era como ver llorar a un extraño. Ella entregó su corazón, el no puedo cuidarlo, a ella no le importó, se enamoró... Y hasta ahora continúa pensando en qué se equivocó, mientras tanto el cada noche la recuerda como la verdadera mujer... ella no lo sabe, el la amó y lo continúa haciendo, pero por cuidarla, nunca se lo confesó.
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